domingo, 29 de julio de 2012

Ayer concluyó la X Edición del Festival de Jazz de Talavera con una actuación de lujo: Kyle Eastwood Jazz Band. El hijo del mítico actor se marcó un concierto de otro mundo. Su habilidad con el bajo eléctrico y el contrabajo son más que notables, haciendo que a los presentes se nos cayera literalmente la baba con sus escalas recorriendo todo el mástil a una velocidad endemoniada. El resto de la banda le arropaba de manera sobresaliente, destacando a su trompetista Graeme Flowers, que se marcó un solo por el cual todavía me tiemblan las piernas, y el pianista Andrew McCormack, genial a las teclas. Un fin de fiesta que coronaron con un bis que levantó al respetable de sus asientos para aplaudir durante cinco minutos al combo norteamericano. Además, tuve la oprtunidad de cruzar unas breves palabras con el señor Eastwood, el cual me pareció un tipo sencillo y agradable, y retratarme con él para la posteridad. Espero ansioso la edición del próximo año.

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